En realidad,
somos un solo alma,
tú y yo.
Aparecemos y nos ocultamos,
tú en mí, yo en ti.
Este es el sentido profundo
de nuestra unión:
pues entre tú y yo
no hay ni tú ni yo.
Somos, al mismo tiempo,
el espejo y el reflejo,
ebrios del corte
eterno.
Somos el bálsamo y la cura,
el agua de la juventud
y aquel que la vierte.
–
Rumi